Obtención de energía

Obtención de energía

Año 1853. Republica Pirata

Algunos de nuestros nuevos reclutas están confundidos por la exposición al sol, por lo que al ver nuestras enormes maquinarias suelen hacer preguntas a los capitanes y nosotros estamos hartos de responderlas, por ende creamos este apartado para explicar la tecnología utilizada en nuestra época, la época victoriana.

La tecnología no ha avanzado tanto como quisiéramos, seguimos utilizando el vapor como fuente primordial de energía, generando esto por medio de calentamiento de calderas cerradas herméticamente, esto produce la expansión del volumen de un cilindro empujando un pistón, que  inicia el movimiento de rotación que acciona  el movimiento o la acción de tu máquina. El vapor a presión de controla mediante una seria de válvulas de entrada y salida que regulan la renovación de la carga.

[justify][size=16]Otra fuente de energía que es sumamente innovadora es el aceite de ballena que es extraído de su grasa en los mataderos, a continuación un fragmento de un libro creado por Ebenezer Greaves, quien fuera fundador de la casa ballenera Greaves:

"En alta mar, aseguran la bestia con ganchos, con cabos tendidos desde el barco principal y varias embarcaciones menores. Con boyas, evitan que la ballena se sumerja mucho. Una vez atrapada, se atraviesa la cola con el gancho más grande, que se utiliza para alzar la criatura y meterla por la tolva. Gimen y braman durante cierto tiempo, mientras los hombres las suben a cubierta y después las alzan hasta el andamiaje superior. El barco pone entonces rumbo de vuelta al puerto de Dunwall, donde la tripulación se pone a trabajar en la gran criatura, cortando las partes con más grasa mientras aún vive."
 
Sin embargo lo que sí ha avanzado es nuestra imaginación para la utilización de estos mecanismos en diferentes ámbitos, como los barcos, las pistolas, cañones, armas en general, sistemas de alarma, fábricas, anteojos y demás objetos que dejaron de verse como en la antigüedad, quizá nuestra tecnología no avanza pero vaya que nos adaptamos a ella.

¿Hasta aquí todo claro, marinero o la insolación sigue haciendo de las suyas?